domingo, octubre 26, 2008

Mi buenos Aires querido....O sea Argentina 2008

Y esta es mi historia pongan atención de cómo mi vida se transformó, cambió de arriba abajo lo que nunca pensé y ahora soy el príncipe de todo Belair..Eh?? No, bueno príncipe no y de Belair menos pues no tengo visa para entrar a USA...Ese es el príncipe del rap…espero que no tenga copyright ese parrafito, en todo caso, hago la cita como debe ser, ese párrafo inicial es parte de la canción de la serie ochentona del Príncipe del Rap. Bueno, 500 vueltas más tarde comienzo la historia de mis vacaciones en Buenos Aires. Una idea que surgió quien sabe realmente de donde, si sería de tanto recordar Argentina con mi mamá, o de tanto oir a Lucrecia hablar de las bondades del país o por el compinche con mis amigos argentinos…el caso es que arramplé para allá en estas vacaciones. Estuve una semana, pasmada de frío y comiendo milanesas pero...Esto lo contaré un poco más adelante.

Por supuesto que mi forma favorita de viajar es con las tres B: bueno, bonito y barato, razón esta que me hizo comprar el pasaje por Varig la aerolínea brasilera. Excelente precio, solo que incluía la obligatoriedad de la vacuna de la fiebre amarilla, cosa que más adelante también lo hizo oficial el gobierno venezolano. Total que cumpliendo con las regulaciones, fui a ponerme mi vacuna de la fiebre amarilla, llegué a la sanidad de la Urbina, la cual valga la acotación tiene todas las vacunas y un buen servicio, solo que las instalaciones están bastante deterioradas lamentablemente y es un tanto deprimente esperar allí, de hecho creo que decir bastante deterioradas es ser muy generosa con la Sanidad de la Urbina…pero buéh, sigamos con la historia, después de un par de horas de espera, cuando entro, la enfermera me dice, va a viajar? Si, voy a Argentina pasando por Brasil, así que necesito la vacuna de la fiebre amarilla, le respondo yo, y ella me dice necesita otras vacunas mas, toxoide, hepatitis, rubéola, y otra más que ahora no me acuerdo…así que se las pongo ya, afortunadamente la de la rubéola y el sarampión ya la tenia, así que solo fueron todas las demás, al día siguiente mi pobre bracito me dolía hasta para peinarme…la cosa con la vacuna de la fiebre amarilla es que para que me dieran el certificado de la vacunación, ese cartoncito amarillo que es el documento legal por la OMS hay que llevar el pasaporte pero, como yo no pregunte cuando llamé por teléfono, no me quedo de otra que volver otro día. Claro que como es el megaviaje ir hasta allá postergue hasta cuando no pude mas la ida a la sanidad por mi certificado y resulta que cuando fui, no solo se me desarrollo sabroso un dolorón de estomago sino que tuve que hacer una hora y media de cola para entrar a que me dieran el dichoso papel. Por supuesto hacer cola ilustra y allá estaba lleno de gente muy particular que se estaba sacando el certificado de salud, y por supuesto el embajador de USA que no hizo nada de cola para entrar por el certificado y la gente protestando…decía un señor en la cola, si este es un país socialista que haga la cola como todos los demás, pero digo yo, algún privilegio habrá que tener al ser embajador no?? Ahora lamento mi falta de pilas y no haberlo parado y dicho: Oiga Mister, yo soy una decente muchacha venezolana, trabajo mucho y no pienso emigrar para su país, déme una visa, y hago que toda esta gente lo quiera…pero bueno, demasiado tarde…entrare a USA por la frontera de Tijuana :D puf mentira, al cabo que ni quería ir para allá ni que fuera emocionante ir a ver el Imperio, pah!!! Que ellos se lo pierden, ya los vere mandándome mi visa, rogándome de rodillas que acepte la humilde green card que ellos me estan enviando, que no pueden vivir sin mi divina presencia, pero mientras tanto pues que venga Sof a visitarme es mejor así.

Bueno, llega el día del viaje, y me llevan al aeropuerto, el cual estaba súper lleno de gente, ese día decidió todo el mundo viajar parece por supuesto en Varig, no se había empezado a chequear maletas así que tuve que hacer una cola de casi una hora…menos mal que soy tan obstinada que necesito estar las tres horas antes en el aeropuerto…bueno chequee mi maleta, me despedí de mi familia, y entre, cuando pase por la cosa de seguridad, la alarma sonó y me acomode para que me pasaran el detector de metales pero los guardias ni pendientes ni me miraron, claro que eran las pulseras las que sonaban y nada así que tampoco había tanto lío por eso. Una vez en el avión, comenzó la odisea…mientras que en el mostrador de Varig hay empleados venezolanos que hablan castellano, los sobrecargos y azafatas pues hablan portuñol, cosa que efectivamente no se entiende, bueno al menos yo no los entiendo, total que dan las primeras instrucciones en portugués, las segundas en algo parecido al ingles, y finalmente en portuñol…bueno, no entendí nada ninguna de las veces, y el avión súper incomodo pues ni reclinan bien los asientos, la comida mas o menos buena, aceptable, y el vuelo hasta Sao Paulo interminable a pesar de que eran solo cinco horas. Por supuesto cabe destacar que mis profundos conocimientos del portugués no van mas allá del dushento cincuenta, y pare yi sufrir…o sea que no la tenia fácil en el avión, no no, para nada fácil.

Una vez en Sao Paulo, había que desembarcar del avión para dar una vuelta por donde nos volvieron a pasar por cosas de seguridad en las cuales naturalmente chillaron las pulseras y ahí si la mujer policia mas grande y mas ancha que yo, me paro: bzzzbbaaazzz me dice y yo: ah? No falo portugués.. entonces me dice en portuñol; párese ahí y me paso el scanner pero la cosa es tan sensible que hasta un broche del pantalón chillaba, pero bueno, una vez determinado que no soy una potencial amenaza para el estado brasileño me dejaron entrar al área de tránsito, ahí, tuve la genial y brillante idea que quería agua..Y fui a comprar…y allá otra vez: bzzzzbbaaaazzz y yo ah?? Bueno, dije agua me dieron un pote con agua, y otra vez bzzzzbbaaaazzzz y yo ah? Y le pase la tarjeta de crédito para pagar…y francamente no habia entendido ni jota…que estrés si si si, se parece mucho al español, si, tiene una cadencia melodiosa el brasilero si, todo si, péeeero si lo hablan muy rápido como en efecto hacían no entiendo absolutamente nada de nada…a todas estas, la mega vuelta que tuvimos que dar fue para montarnos en el mismo pinche avión, ique lo estaban limpiando por mi que se quede cochino total, ni que le hubieran sacado el olor a mono sin bañarse… Bueno, al avión otra vez, y otra vez todo en bzzzzbbbaaazzz pero ahí si entendí que dijeron insecticida y gobierno de Argentina, total que me tape la cara y la cabeza y nos rociaron con insecticida, así que llegue sin pulgas y sin piojos, como una vaca bien desinfectada, cosa que se repitió de regreso a Venezuela, y bueno ahí si no me quedó más remedio que dejar de renegar porque en la ida me cansé de renegar contra el gobierno argentino por la regulación de hecharnos insecticida, creo que eso ya de por si no fue un muy buen comienzo con mis relaciones diplomáticas con Argentina…sin embargo, la principal razón por la cual no quiero volver a viajar por esa aerolínea, o con escala en Brasil, vamos que respirarse un insecticida no es lo mas simpático del mundo, si, si, siempre digo que quiero tener una linda vaca con un tierno cencerro paseando por el patio de mi casa, pero que a mi me traten como vaca desinfectándome no no no, eso no.

En Buenos Aires me esperaban Soledad y Adalberto, y junto con ellos un equipo de periodistas que wow, me quedé maravillada en mi humilde opinión no hacía falta que hicieran un reportaje de tal magnitud por mi visita a Argentina, pero cuando afinaba mi garganta y aguzaba mis sentidos para parecer inteligente, me di cuenta que pues no era a mi que esperaban todos los periodistas sino a la selección argentina de futbol que venían de las olimpíadas y traían medallas de oro, si, era como más lógico que fuese así no?

Por supuesto llegue con hambre y rápidamente fui a buscar algo para comer, fuimos al Banchero un restaurante famoso en pizzas, pero por supuesto ni las probé yo tenia claro de que iba a alimentarme en todos estos días que estuviera allá en Argentina: milanesas.

Pedí una y me trajeron una sábana o sea, la cosa mas ancha y mas larga que he visto en mi vida, por lo menos medía 30 cm de largo por 15 de ancho, o sea, una sábana, sin exageración alguna, acompañada de papas fritas que eran por lo menos 10 papas picadas o sea era comida como para tres o cuatro personas…pronto entendí que las porciones allá son para compartir.

Buenos Aires me gustó, es una ciudad europea en medio de América Latina, creo que esto no es nada nuevo, es algo que todo el mundo dice y comenta así que en eso no estoy siendo para nada original, claro es importante que mencione que fui en invierno, por tanto todo me pareció monocromático: el cielo gris, las paredes grises, y la ropa de la gente gris o negra, eso si me complicó un poco porque me bajo el ánimo muchísimo, a pesar que mi “campera” o sea, chaqueta, era roja y mi bufanda con rosado y colores chillones jejejeje necesitaba trópico conmigo. La comida es muy buena, la atención es buena pero no se esmeran demasiado en atender a la gente, me refiero a la atención de servicios que prestan y lo que me sorprendió pero muy mucho es que allá la gente no se ríe, no sólo no se ríen a carcajadas como pasa en cualquier local en Venezuela o México, sino que no sonríen y no devuelven sonrisas, miran a la gente con el ceño adusto, y ensombrecido…supongo que es por toda la historia que tienen de represión y conflictos además de la época tan difícil que recientemente han vivido con el corralito…se nota que están luchando por salir adelante en todo.

Me llamó mucho la atención también, es que el viernes (estuve de domingo a domingo) fui a un concierto de Axel Fernández, (sigan el link es más fácil que explicar quien es :P ) y fue en el teatro Gran Rex, los asientos sí, efectivamente estaban numerados pero, yo me imagine que había que hacer una gran cola para entrar y luego que empezara el concierto, la gente se iba a parar y tal…pero pues…mmmm no, no se pararon, de repente gritaban algunas muchachas, y a veces aplaudían pero no no hubo mayor euforia ni nada de eso…nah, muy ordenado y cívico…la verdad me gustaría verlos en un concierto de Soda Stereo o algo más movido a ver si es diferente y menos civilizada la cosa …

Caminé una barbaridad, miré todo lo mirable, por supuesto me faltaron días para poder ver todo lo que me hubiera gustado ver, sin embargo sitios muy puntuales que llevaba en mente ver como el Zoo, el jardín japonés, el Barrio la Boca, la Plaza de Mayo y la Casa Rosada las vi…es fundamental hacer dos acotaciones, en el zoo, venden comida especial para alimentar los animales y que no les haga daño…bueno, esto no es buena idea, porque los patos son muy salidos del tiesto y abusadorcitos además y se pegan detrás de uno a exigir y demandar la comida, y por otro lado, los carpinchos también, un cochino carpincho gordo y bigotudo, carpincho eh, animal, o sea, como una rata grandota se me pego de tras y me miraba y apuntaba con su narizota mojada pidiendo, no que pidiendo, demandando comida, cosa que le tiré su alimento y después a zapatearle para que se vaya, pero el tipo, léase el carpincho, entendió con el zapateo que lo estaba llamando para jugar…así que muy amablemente le tuve que invitar al restaurante chino mas cercano a almorzar, bueno, couf couf, para que el sea el almuerzo y eso si que lo entendió muy bien, y se alejó de mi.

Luego en la Plaza de Mayo, que esta lleno de palomas del tamaño de las gallinas, también vendían maíz para alimentar a esas vacas gordas, y yo, pensé –ingenua de mi – que si me ponía algo de maíz en la mano, iban a venir y cual Blancanieves se iban a posar en mi mano, y yo les iba a decir: chip chip chip shhhhriiip?? Y ellas me iban a contestar chup chup chup shhhriiip… o sea, un cuadro sacado de cualquier película de Disney, o minime Santa Teresita del niño Jesús pues, pero nooooo que va, esas gallinas agresivas, gordas y hediondas, se me tiraron encima por todos lados por la cabeza, las manos, guaaacalaaaa no no no con esos bichos no hubo comunicación pues de paso no entendieron que mis alaridos eran de terror y debían alejarse de mi, al final logre alejarlas de mi cuando tire bien lejos el maíz. Así que una recomendación importante: no alimentar los animales en ninguna parte.

Y bueno, pues poco más, como siempre para variar un poco y no perder las buenas mañas, se me quedan mil cosas por contar y no he contado la crónica del viaje a México, y ya casi es el siguiente año y mi siguiente viaje a México, o sea!!!

Así que esto es todo amigos!!




El fulano carpincho



















El ataque de las gallinas, digo palomas

lunes, enero 07, 2008

México lindo y querido...


Angel de la Libertad en la Av. Reforma


Menos mal que yo pienso que más vale tarde que nunca, hace un año casi, que fui para México y no he escrito nada sobre eso…el colmo de un cronista, ya lo sé, lo digo siempre que me retraso en las crónicas y relatos pero me gusta hacer énfasis en mi queja…sueño con el día que vaya al día con mi bitácora, vaya capitán de navío he resultado.

Bueno, resulta que cuando llegué a México después de cazar artistas en Maiquetía, OH! Si, me encontré a Pedrito Fernández, el niñito que cantaba la canción : la de la mochila azuuuul, la de ojiiiitos dormiloooonesss claro que ya no es niñito es adulto hecho y derecho, cuando lo ví en el aeropuerto me decía caramba yo a ese chamo lo conozco de algún lado, vamos a hacer memoria me decía, estudio conmigo en la ULA, no, estudió conmigo en el colegio, no no, estudio conmigo en la Simón, no no no, estaba en el gimnasio con nosotros… cuando por fin atiné que era el cantante, por supuesto que en eso llame a Sof y ella no me quiso creer, tengo un buen record de no reconocer celebridades y si las reconozco las confundo así que no era de extrañar que ella no me creyera así que muerta de la vergüenza le pedí que se tomara una foto conmigo para demostrar que no me había equivocado. La aventura comenzaba desde Caracas.

En el avión tuve la suerte maravillosa de que cuando se estaba montando un gigantón casi me dejo tuerta con la correa de su maleta que monto en el sombrerero encima de mi asiento y luego el personaje no paro de hablar en las cinco horas que duró el viaje, incluso muy gentilmente le sugerí la posibilidad de que se callara la boca…ok cuando llegué a México, tenía en mente varias misiones, la primera de ellas era tomarme en Starbucks (en Venezuela no hay Starbucks) un caramel macciato que bien me había recomendado Sof que tomara, luego era ir a ver a los pandas de Chapultepec y finalmente robarme el calendario azteca del museo nacional de antropología, creo y aun lo sostengo que se vería genial en la pared de mi cubículo. E infaltable e impelable una torta de jamón!!

Aún cuando teóricamente sabía que el aeropuerto del DF era inmenso, había naturalmente, subestimado las distancias, tuve que pasar como por 10 cintas transportadoras y correr bueno, no correr pero si caminar a paso tenaz, como por 20 minutos hasta que llegué al sitio de inmigración para que me sellaran el pasaporte, y ahí, había una señora cola que no se le veía el principio, total que pase dos horas, dos, no media, ni una, dos horas completitas hasta que me sellaron mi pasaporte, por suerte era mi maleta la que esperaba por mi y no yo por ella. Así, con la maleta en la mano el hambre hereje y la incertidumbre de a donde iba a meterme salí a buscar un taxi, claro que para buscar el taxi necesitaba dinero así que muy disimuladamente, por el tema de la seguridad y tal, (hablando de la seguridad, recuerdo que Gledys muy preocupada por mi me dice, mira ten cuidado que en el DF si te atracan y no das el dinero o no tienes te pueden golpear o lastimar…lo que genero una honesta risa de sorna pues si eso sucede en Caracas simplemente te matan, pero bueno, no hablemos del tema de la seguridad en nuestra América Latina) miré a ver si veía un cajero para sacar dinero, y fui muy diligente a sacar algunos pesos, meto la tarjeta y me da error, ah caramba pienso, nada, este cajero no tiene dinero, cajero chimbo! Me voy a otro cajero, y ahí me dice clave inválida, ahí pienso, oh oh ahora si es verdad que tengo un problema porque si la vuelvo a meter se me va a bloquear y me voy a quedar sin dinero, y claro ya me vi regresando a pie hasta Venezuela, montada en un burro atravesando toda América Central y pidiendo cola en Panamá para llegar a mi casa, cuando miro la tarjeta y me di cuenta que no era la tarjeta en la que tengo el cupo de dólares….alivio total! Una vez que tuve dinero, me fui a la cabina de donde se compra la tarjeta para los taxis, y por supuesto, compre mi caramel macciato y ya ahí descubrí que no hay que pedir tamaño mediano en México, siempre pequeño, el mediano era inmenso, dure como 20 min. tomándomelo!!! Sin exageración alguna, y de paso corriendo detrás del taxista como medio kilómetro más hasta el taxi….evidentemente que en una ciudad tan inmensa, las distancias no podían ser cortas. Tuve mucha suerte pues no había tráfico ese día, ya que se acercaba el solsticio de verano y además era feriado así que estaba ligera la ciudad. En el taxi ya tuve una muestra de lo galantes que son los mexicanos, pues el señor, muy cordial, me pregunta: De donde es usted señorita? Le respondo, de Venezuela, y me dice, ah con razón es usted tan guapa…bueh, muy bueno para el ánimo después de siete horas agotadoras.

Lo mejor del primer día en México: el ángel de la libertad en la avenida reforma, cuando el taxi se enrumbo hacia donde estaba mi hostel, el sol hizo que la estatua envuelta en una lámina de oro de 14 quilates brillara con una luz sobrenatural. Lo peor de ese día, fue ver a los pandas flaaaacos sucios y pequeñitos, además del acceso de tos que me dio, por la altura supongo no lo sé.

Pero bueno, esa noche, cene torta de jamón, que llevaba, guacamole, cebolla y tomate, estaba deliciosa, claro no conté como era el hostel, honestamente, ahí valía decir, si lo sé no vengo, pero al final del día resultó ser como esas residencias estudiantiles solo que sin una casera que se entrometa en todos los asuntos de la gente, y conocí un montón de gente interesante. Pero claro que el famoso hostel estaba en un sitio que sinceramente en Caracas ni hablar de la peluca que me iba a meter ahí yo, pero si vuelvo a DF este año, cosa que espero hacer, vuelvo jejeje ya conozco el sitio ¿no? El hostel, queda a la entrada de la zona rosa, en la Colonia Cuauthemoc, creo y digo creo porque no estoy segura ya de las direcciones exactas, pero bueno, el tema es que la zona rosa, es muy bonita, muy comercial y muy rosa. Ya contare más de esto.

El segundo día me fui con el turibus a hacer el recorrido típico de los turistas pero siendo turista ¿Qué más podía yo hacer? Turistear y eso hice ese día, conocí el Zócalo, el Palacio de Gobierno, el museo Nacional de Antropología, valga la acotación que el calendario azteca está bastante bien vigilado, vi el Palacio de Bellas artes por fuera, dada la fecha feriada que tenia entre pecho y espalda los horarios de muchos sitios estaban cambiados así que no coincidí con un día en que estuviera abierto el Palacio de Bellas Artes pero al menos pude ver los murales de Diego Rivera. También pasé por el Café de Tacuba donde almorcé el día siguiente, e igualmente desayuné en la casa de los azulejos…Ese segundo día me resigné y decidí ser cortés con la gente que se estaba hospedando en el hostel, la noche anterior hicieron tanto ruido que me provocaba tirarles un zapato pero no hubiera sido una buena introducción o intento de convivencia no? Así pues el segundo día opte por la cordialidad, después de todo, se cazan mas moscas con miel que con vinagre eh? Y ojo, no estoy diciéndoles moscas a los que serían en los siguientes dos días mis nuevos mejores amigos. Total que conoci a varias personas muy singulares, un señor mexicano, judío sefardí, que estaba en proceso de divorcio de su señora esposa y esta lo botó de la casa solo con un maletín y su laptop, un brasileño, que parecía japonés y hablaba una mezcla extraña entre inglés, brasileño y español de vez en cuando, y una señora japonesa que fumaba sin parar y tenía los dientes tan amarillos que parecían no sé, algo raro, y su hijo, con la cabellera más hermosa que he visto en tiempo en un muchacho, en realidad el muchacho no era ni feo, lástima que era tan rejoven, si hubiera sido unos meses mayor hasta me tomo el trabajo de pedirle su correo electrónico pero como solo tenía 20 años, era demasiado esfuerzo intentar entender inglés con acento japonés. La mamá, hablaba español perfecto, pues trabajaba de traductora de japonés al español! Total que esa noche, nos fuimos este singular grupo, a cenar en un sitio que ya no recuerdo como se llama pero era como un Mc Donalds de comida Mexicana, ahí comí algo con Mole, estaba rico, aunque definitivamente el Mole no me gusta, tiene un sabor muy particular, entre dulce, picante y salado que no terminó de gustarme. Aunque en general la comida mexicana me gustó muchísimo, especialmente los tamales dorados, las gorditas y las tortas de jamón. Y por supuesto los jugos que son deliciosos. Eso sí, hay que estar siempre pendiente de pedir porciones pequeñas porque todo es desproporcionadamente inmenso, no entiendo como los mexicanos no están gorditos redonditos rodando…yo no llegue rodando porque de la porción pequeña por suerte no me cabía mas que la mitad, entonces pues no tragué tanto tampoco.

Al día siguiente fui a Teotihuacán, de allí solo puedo decir, que fue una experiencia religiosa que me dejo boquiabierta. También conocí, la hospitalidad mexicana, eso me gustó mucho, lo que pude observar, es que allá salen todos en grupos, grandes generalmente familiares más o menos igual que aca, solo que allá, la gente se solidariza con el que va solo, como era mi caso, me di cuenta cabal de eso en el carrito que lo lleva a uno a hacer el recorrido en las pirámides, pues se sentó enfrente de mi una familia y oigo que una niñita le pregunta a la mamá: y con quien viene la señorita? (esa era yo) y la mamá le dice, ah como que viene sola, ahí inmediatamente todos se voltearon a verme y comenzaron a conversar conmigo y casi casi me hacen ir con ellos en el tour por las pirámides pero es que no les gusta ver a la gente sola, cuando iba a comer pues ahí también, la pregunta era, cuantas personas señorita? (ellos le dicen señorita a tooodas las mujeres no sea que se puedan ofender si no están casadas y les dicen señora) y cuando les respondía que era yo sola, ponían una cara como de ahhh!! Pobre, vamos a buscarle una mesita cerca de un grupo grande…realmente me gustó mucho la hospitalidad de los mexicanos y la amabilidad, son personas sencillas, hospitalarias y amables, tuve en general una impresión muy buena de los mexicanos.

Después en Mazatlán, mis nuevas mejores amigas, Verónica (Chilena, valiente y luchadora) y Aracely (Mexicana, encantadora y cordial) fueron simplemente maravillosas conmigo, sobre todo en la parte en la que me cayó la maldición de Moctezuma, justo el día de mi ponencia, empezó el malestar, sinceramente, no se cómo logré dar mi ponencia, los retortijones eran terribles, y el malestar yo estaba convencida, por ahí en la tarde que me había pillado un cólerita en el DF o algo así pues había visto que tenían campaña para evitar el cólera, pero, pues por suerte, no no fue eso, solo fue la maldición de Moctezuma, que ataca a todos los extranjeros y me ataco en Mazatlán y no en el DF, que allá fui mucho más cuidadosa al comer, pues me fijaba y le hacia la prueba de los diez pasos al sitio de comida: si la persona que salía después de comer daba diez pasos y seguía vivo y no se tambaleaba, entraba y comía pero en Mazatlán me confié pues Verónica nos recomendó un restaurantcito, y zas, las bacterias acechando en las sombras me cayeron encima eso si que fue como la mosca en la sopa, pero bueno, ya aprendí en todos lados hay que hacer la prueba de los diez pasos y listo.

Encontré de México fascinante la forma en que todos ellos se sienten tan orgullosos de su país, de su historia, y de su legado indígena, ciertamente, al igual que todos los países de nuestra Latinoamérica no están exentos de los problemas concernientes al tercer mundo, a la pobreza y a los pasados gobiernos populistas, pero, sin duda alguna México es un país muy rico en la calidad de las personas que lo habitan lo que lo hace potencialmente un buen candidato a conseguir superar las barreras de la pobreza e inequidad. Lo que pude percibir en el común de la gente, era que todos estaban al decir de ellos mismos, hechándole ganas. Y bueno, ya será mejor que la corte por acá pues si no ya va a parecer la reedición del nuevo testamento, sin duda alguna, como siempre, se me quedarán por contar anécdotas y claro también como siempre tengo que hacer el propósito de contar las cosas en el momento pues un año más tarde es mucho lo que se queda en los rincones de la memoria pues después de este viaje, fui, a Mérida de Venezuela claro, y a la tierra del sol amada, es decir Maracaibo que fue una delicia de viaje. Y bueno, esto es todo ahora amigos!

El calendario Azteca en el Museo Nacional de Antropología