domingo, octubre 26, 2008

Mi buenos Aires querido....O sea Argentina 2008

Y esta es mi historia pongan atención de cómo mi vida se transformó, cambió de arriba abajo lo que nunca pensé y ahora soy el príncipe de todo Belair..Eh?? No, bueno príncipe no y de Belair menos pues no tengo visa para entrar a USA...Ese es el príncipe del rap…espero que no tenga copyright ese parrafito, en todo caso, hago la cita como debe ser, ese párrafo inicial es parte de la canción de la serie ochentona del Príncipe del Rap. Bueno, 500 vueltas más tarde comienzo la historia de mis vacaciones en Buenos Aires. Una idea que surgió quien sabe realmente de donde, si sería de tanto recordar Argentina con mi mamá, o de tanto oir a Lucrecia hablar de las bondades del país o por el compinche con mis amigos argentinos…el caso es que arramplé para allá en estas vacaciones. Estuve una semana, pasmada de frío y comiendo milanesas pero...Esto lo contaré un poco más adelante.

Por supuesto que mi forma favorita de viajar es con las tres B: bueno, bonito y barato, razón esta que me hizo comprar el pasaje por Varig la aerolínea brasilera. Excelente precio, solo que incluía la obligatoriedad de la vacuna de la fiebre amarilla, cosa que más adelante también lo hizo oficial el gobierno venezolano. Total que cumpliendo con las regulaciones, fui a ponerme mi vacuna de la fiebre amarilla, llegué a la sanidad de la Urbina, la cual valga la acotación tiene todas las vacunas y un buen servicio, solo que las instalaciones están bastante deterioradas lamentablemente y es un tanto deprimente esperar allí, de hecho creo que decir bastante deterioradas es ser muy generosa con la Sanidad de la Urbina…pero buéh, sigamos con la historia, después de un par de horas de espera, cuando entro, la enfermera me dice, va a viajar? Si, voy a Argentina pasando por Brasil, así que necesito la vacuna de la fiebre amarilla, le respondo yo, y ella me dice necesita otras vacunas mas, toxoide, hepatitis, rubéola, y otra más que ahora no me acuerdo…así que se las pongo ya, afortunadamente la de la rubéola y el sarampión ya la tenia, así que solo fueron todas las demás, al día siguiente mi pobre bracito me dolía hasta para peinarme…la cosa con la vacuna de la fiebre amarilla es que para que me dieran el certificado de la vacunación, ese cartoncito amarillo que es el documento legal por la OMS hay que llevar el pasaporte pero, como yo no pregunte cuando llamé por teléfono, no me quedo de otra que volver otro día. Claro que como es el megaviaje ir hasta allá postergue hasta cuando no pude mas la ida a la sanidad por mi certificado y resulta que cuando fui, no solo se me desarrollo sabroso un dolorón de estomago sino que tuve que hacer una hora y media de cola para entrar a que me dieran el dichoso papel. Por supuesto hacer cola ilustra y allá estaba lleno de gente muy particular que se estaba sacando el certificado de salud, y por supuesto el embajador de USA que no hizo nada de cola para entrar por el certificado y la gente protestando…decía un señor en la cola, si este es un país socialista que haga la cola como todos los demás, pero digo yo, algún privilegio habrá que tener al ser embajador no?? Ahora lamento mi falta de pilas y no haberlo parado y dicho: Oiga Mister, yo soy una decente muchacha venezolana, trabajo mucho y no pienso emigrar para su país, déme una visa, y hago que toda esta gente lo quiera…pero bueno, demasiado tarde…entrare a USA por la frontera de Tijuana :D puf mentira, al cabo que ni quería ir para allá ni que fuera emocionante ir a ver el Imperio, pah!!! Que ellos se lo pierden, ya los vere mandándome mi visa, rogándome de rodillas que acepte la humilde green card que ellos me estan enviando, que no pueden vivir sin mi divina presencia, pero mientras tanto pues que venga Sof a visitarme es mejor así.

Bueno, llega el día del viaje, y me llevan al aeropuerto, el cual estaba súper lleno de gente, ese día decidió todo el mundo viajar parece por supuesto en Varig, no se había empezado a chequear maletas así que tuve que hacer una cola de casi una hora…menos mal que soy tan obstinada que necesito estar las tres horas antes en el aeropuerto…bueno chequee mi maleta, me despedí de mi familia, y entre, cuando pase por la cosa de seguridad, la alarma sonó y me acomode para que me pasaran el detector de metales pero los guardias ni pendientes ni me miraron, claro que eran las pulseras las que sonaban y nada así que tampoco había tanto lío por eso. Una vez en el avión, comenzó la odisea…mientras que en el mostrador de Varig hay empleados venezolanos que hablan castellano, los sobrecargos y azafatas pues hablan portuñol, cosa que efectivamente no se entiende, bueno al menos yo no los entiendo, total que dan las primeras instrucciones en portugués, las segundas en algo parecido al ingles, y finalmente en portuñol…bueno, no entendí nada ninguna de las veces, y el avión súper incomodo pues ni reclinan bien los asientos, la comida mas o menos buena, aceptable, y el vuelo hasta Sao Paulo interminable a pesar de que eran solo cinco horas. Por supuesto cabe destacar que mis profundos conocimientos del portugués no van mas allá del dushento cincuenta, y pare yi sufrir…o sea que no la tenia fácil en el avión, no no, para nada fácil.

Una vez en Sao Paulo, había que desembarcar del avión para dar una vuelta por donde nos volvieron a pasar por cosas de seguridad en las cuales naturalmente chillaron las pulseras y ahí si la mujer policia mas grande y mas ancha que yo, me paro: bzzzbbaaazzz me dice y yo: ah? No falo portugués.. entonces me dice en portuñol; párese ahí y me paso el scanner pero la cosa es tan sensible que hasta un broche del pantalón chillaba, pero bueno, una vez determinado que no soy una potencial amenaza para el estado brasileño me dejaron entrar al área de tránsito, ahí, tuve la genial y brillante idea que quería agua..Y fui a comprar…y allá otra vez: bzzzzbbaaaazzz y yo ah?? Bueno, dije agua me dieron un pote con agua, y otra vez bzzzzbbaaaazzzz y yo ah? Y le pase la tarjeta de crédito para pagar…y francamente no habia entendido ni jota…que estrés si si si, se parece mucho al español, si, tiene una cadencia melodiosa el brasilero si, todo si, péeeero si lo hablan muy rápido como en efecto hacían no entiendo absolutamente nada de nada…a todas estas, la mega vuelta que tuvimos que dar fue para montarnos en el mismo pinche avión, ique lo estaban limpiando por mi que se quede cochino total, ni que le hubieran sacado el olor a mono sin bañarse… Bueno, al avión otra vez, y otra vez todo en bzzzzbbbaaazzz pero ahí si entendí que dijeron insecticida y gobierno de Argentina, total que me tape la cara y la cabeza y nos rociaron con insecticida, así que llegue sin pulgas y sin piojos, como una vaca bien desinfectada, cosa que se repitió de regreso a Venezuela, y bueno ahí si no me quedó más remedio que dejar de renegar porque en la ida me cansé de renegar contra el gobierno argentino por la regulación de hecharnos insecticida, creo que eso ya de por si no fue un muy buen comienzo con mis relaciones diplomáticas con Argentina…sin embargo, la principal razón por la cual no quiero volver a viajar por esa aerolínea, o con escala en Brasil, vamos que respirarse un insecticida no es lo mas simpático del mundo, si, si, siempre digo que quiero tener una linda vaca con un tierno cencerro paseando por el patio de mi casa, pero que a mi me traten como vaca desinfectándome no no no, eso no.

En Buenos Aires me esperaban Soledad y Adalberto, y junto con ellos un equipo de periodistas que wow, me quedé maravillada en mi humilde opinión no hacía falta que hicieran un reportaje de tal magnitud por mi visita a Argentina, pero cuando afinaba mi garganta y aguzaba mis sentidos para parecer inteligente, me di cuenta que pues no era a mi que esperaban todos los periodistas sino a la selección argentina de futbol que venían de las olimpíadas y traían medallas de oro, si, era como más lógico que fuese así no?

Por supuesto llegue con hambre y rápidamente fui a buscar algo para comer, fuimos al Banchero un restaurante famoso en pizzas, pero por supuesto ni las probé yo tenia claro de que iba a alimentarme en todos estos días que estuviera allá en Argentina: milanesas.

Pedí una y me trajeron una sábana o sea, la cosa mas ancha y mas larga que he visto en mi vida, por lo menos medía 30 cm de largo por 15 de ancho, o sea, una sábana, sin exageración alguna, acompañada de papas fritas que eran por lo menos 10 papas picadas o sea era comida como para tres o cuatro personas…pronto entendí que las porciones allá son para compartir.

Buenos Aires me gustó, es una ciudad europea en medio de América Latina, creo que esto no es nada nuevo, es algo que todo el mundo dice y comenta así que en eso no estoy siendo para nada original, claro es importante que mencione que fui en invierno, por tanto todo me pareció monocromático: el cielo gris, las paredes grises, y la ropa de la gente gris o negra, eso si me complicó un poco porque me bajo el ánimo muchísimo, a pesar que mi “campera” o sea, chaqueta, era roja y mi bufanda con rosado y colores chillones jejejeje necesitaba trópico conmigo. La comida es muy buena, la atención es buena pero no se esmeran demasiado en atender a la gente, me refiero a la atención de servicios que prestan y lo que me sorprendió pero muy mucho es que allá la gente no se ríe, no sólo no se ríen a carcajadas como pasa en cualquier local en Venezuela o México, sino que no sonríen y no devuelven sonrisas, miran a la gente con el ceño adusto, y ensombrecido…supongo que es por toda la historia que tienen de represión y conflictos además de la época tan difícil que recientemente han vivido con el corralito…se nota que están luchando por salir adelante en todo.

Me llamó mucho la atención también, es que el viernes (estuve de domingo a domingo) fui a un concierto de Axel Fernández, (sigan el link es más fácil que explicar quien es :P ) y fue en el teatro Gran Rex, los asientos sí, efectivamente estaban numerados pero, yo me imagine que había que hacer una gran cola para entrar y luego que empezara el concierto, la gente se iba a parar y tal…pero pues…mmmm no, no se pararon, de repente gritaban algunas muchachas, y a veces aplaudían pero no no hubo mayor euforia ni nada de eso…nah, muy ordenado y cívico…la verdad me gustaría verlos en un concierto de Soda Stereo o algo más movido a ver si es diferente y menos civilizada la cosa …

Caminé una barbaridad, miré todo lo mirable, por supuesto me faltaron días para poder ver todo lo que me hubiera gustado ver, sin embargo sitios muy puntuales que llevaba en mente ver como el Zoo, el jardín japonés, el Barrio la Boca, la Plaza de Mayo y la Casa Rosada las vi…es fundamental hacer dos acotaciones, en el zoo, venden comida especial para alimentar los animales y que no les haga daño…bueno, esto no es buena idea, porque los patos son muy salidos del tiesto y abusadorcitos además y se pegan detrás de uno a exigir y demandar la comida, y por otro lado, los carpinchos también, un cochino carpincho gordo y bigotudo, carpincho eh, animal, o sea, como una rata grandota se me pego de tras y me miraba y apuntaba con su narizota mojada pidiendo, no que pidiendo, demandando comida, cosa que le tiré su alimento y después a zapatearle para que se vaya, pero el tipo, léase el carpincho, entendió con el zapateo que lo estaba llamando para jugar…así que muy amablemente le tuve que invitar al restaurante chino mas cercano a almorzar, bueno, couf couf, para que el sea el almuerzo y eso si que lo entendió muy bien, y se alejó de mi.

Luego en la Plaza de Mayo, que esta lleno de palomas del tamaño de las gallinas, también vendían maíz para alimentar a esas vacas gordas, y yo, pensé –ingenua de mi – que si me ponía algo de maíz en la mano, iban a venir y cual Blancanieves se iban a posar en mi mano, y yo les iba a decir: chip chip chip shhhhriiip?? Y ellas me iban a contestar chup chup chup shhhriiip… o sea, un cuadro sacado de cualquier película de Disney, o minime Santa Teresita del niño Jesús pues, pero nooooo que va, esas gallinas agresivas, gordas y hediondas, se me tiraron encima por todos lados por la cabeza, las manos, guaaacalaaaa no no no con esos bichos no hubo comunicación pues de paso no entendieron que mis alaridos eran de terror y debían alejarse de mi, al final logre alejarlas de mi cuando tire bien lejos el maíz. Así que una recomendación importante: no alimentar los animales en ninguna parte.

Y bueno, pues poco más, como siempre para variar un poco y no perder las buenas mañas, se me quedan mil cosas por contar y no he contado la crónica del viaje a México, y ya casi es el siguiente año y mi siguiente viaje a México, o sea!!!

Así que esto es todo amigos!!




El fulano carpincho



















El ataque de las gallinas, digo palomas