Escribir el miedo me dijo Daniuska González, dejar nuestras palabras plasmadas para que otros se vean reflejados en ellas...
He de confesar que nunca antes había conocido lo que es la sensación de miedo. Pues más allá de las películas de terror y uno que otro susto, había vivido una vida afortunada en la cual no había sentido miedo. Hoy, a un mes de mi encuentro cercano con la violencia armada, volví a sentir ese miedo y es que hoy salió mi carro del taller, y fui a buscarlo, un mes en el que estuve protegida por mi familia y moviéndome en autobús que hasta cierto punto, me sentía acompañada por todos los demás pasajeros, en principio estaba y estoy muy contenta, pues a pesar que tuve que romper mi cochinito (alcancía) para poder pagar las reparaciones, pude pagarlas y ya mi carro está de regreso y empiezo a volver a la normalidad...aja, si, a la normalidad, pero, esta mañana cuando iba en el taxi hacia el taller, a medida que me iba acercando al sitio la opresión en la garganta, y las ganas de llorar no eran normales, igual que las crecientes nauseas y ganas de vomitar...era, el miedo asechándome, con su helada presencia revolviendo recuerdos que ya tenían que haber estado calmados, y difusos, después de todo, dicen los entendidos que solo bastan 21 días para crear un hábito, entonces 30 días pueden apaciguar un recuerdo tanto bueno como malo ¿no? pues no. La verdad, no. Tan solo basta un estímulo para que la mente se dispare y nuevamente reviva cada momento vivido, insisto, tanto bueno como malo. Total que iba camino al taller y pues, entendí que todo ese cúmulo de sensaciones opresivas, desagradables, angustiosas, era simplemente que el monstruo del miedo había regresado y me estaba atormentando. ¿Qué hacer? se me ocurrieron mil y una cosa, entre esas llamar a mi mamá y pedirle que me acompañara, segundo, decirle al taxista que se devolviera, que no iba a ir, etc, etc, etc, también pensaba, ¿a quien llamo? Total que me dije, tengo que enfrentar esto yo sola, pues no puedo seguir así, viviendo con miedo. Y comencé a aplicar lo poco que sé sobre meditación: a respirar.
A sentir mi respiración, como entraba por mi nariz, y como salía por mi boca, y cuando al menos se me fueron las ganas de llorar, intente empezar a sentir la emoción, la pesadez en el pecho y garganta, las ganas de vomitar, mientras que al mismo tiempo respiraba y me fijaba en mi respiración, así estuve al menos 10 minutos, y cuando estuve mas serena, si, ya era momento de hablar con una persona querida y le mande un mensaje a Robert, quien converesando conmigo me ayudó a que el miedo se fuese disipando, no se fue del todo, pero si pude estar en calma y mirarle de frente.
El miedo es una sensación terrible que por múltiples causas nos atormenta y tortura. En la mayoría de los casos la gente dice: pero enfrenta el miedooooo!!! muy bien, pero no te dicen como enfrentarlo.
Yo solo se recomendar lo que funcionó para mi: respirar y tratar de identificar las emociones que pasaban por mi en un torbellino, y una vez serena hablar con un ser querido. También en mi casa cuando regresé hablé un rato con mi mama, ella siempre me reconforta. Eso funciona para mí. No sé si pueda funcionar para los demás pero bien valdría la pena intentarlo no? Las nauseas se me quitaron en mi casa con un alka seltzer :)